Es uno de los nombres adaptados en la modernidad. Su uso se debe a un personaje literario; Dorinda era la amante de Silvio en «il Pastor Fido» de Guarini (1590). Está formado por dos voces diferenciadas: por un lado doron, «don», y por otra parte Deós, «dios». Es así «la otorgada por dios», la que ha sido donada por la divinidad. Existe otra etimología que hace derivar el sufijo -inda del germánico lind, «dulce».